Llega la Navidad,
si. Un año más si. Seguimos sumando BIEEEEEN y esta diferencia es la que me
alegra de que llegue.
Otro año compartiendo,
¿Compartiendo qué? No es necesario que le demos un objeto o sujeto a la
expresión compartir para contestar. Compartir es ; el verte, compartir esa
mirada. El escucharte escucharme, compartir esa confidencia que tanta falta me
hacia / te hacía. Compartir ese ratito
comiendo juntos esa magnífica comida que con tanto amor preparaste / preparé para
deleitarnos. Compartir esos paseos juntos por el monte oliendo la hierba fresca
por la escarcha que tanto nos gusta. Y sí abrazarte abrazarnos el día que más
lo necesitaba lo necesitabas.
Compartir esas
sensaciones, más importantes que el salir corriendo a por ese regalo que no sé
si acertaré o si de verdad, te podrá hacer recordar todo lo vivido este año
juntos.
Por ello, te
ofrezco otros 365 días para COMPARTIR contigo-conmigo con todos, otro año de
felicidad que es lo que te mereces, nos merecemos por saber compartir esos
momentos con aflicción a veces sí, conocemos y reconocemos que la vida es esto
por ser plenamente conscientes de lo que la vida significa pero también con esa
misma suerte de que después, al día siguiente sentiré la alegría también porque
sé que estas ahí, quiero te quiero y si quieres.
Para los que hoy se afligen por
un motivo u otro, os dejo algunas recomendaciones de Ray Williams que nos hizo
llegar en Psychology Today y así
sobrellevar y como debe ser disfrutar así de estos días.
Enfoca tus pensamientos hacia todo aquello bueno que evoca la
Navidad, ver a personas que hace tiempo que no veíamos, compartir más tiempo
con la familia, ver como los más pequeños disfrutan…
Cuestiona cualquier
representación “perfecta” de la Navidad que te quieran vender. Evita
expectativas, disfrutando el momento y olvidando como se supone que deberían
ser las cosas.
Implícate en actividades de
voluntariado. No económicamente. Acércate y pregunta en que puedes ayudar a
personas que lo están pasando mal.
Cuestiona cualquier
representación “perfecta” de la Navidad que te quieran vender. Evita
expectativas, disfrutando el momento y olvidando como se supone que deberían
ser las cosas.
Haz un balance de lo que tienes, más
que pensar en aquello que no tienes o que has perdido.
Evita las lamentaciones acerca de tu vida
Actúa y haz cosas divertidas en estas fechas.
Participa.
Si eres religioso, acércate a la iglesia.
Comparte, te sentirás bien harás
bien.